Como si fuera una maldición, el crimen en contra de los pilotos hispanos Barberán y Collar generó numerosas muertes en más de 50 años.
Al carecer de información real del paradero del avión “Cuatro Vientos, la sociedad mexicana se alarmó y de inmediato participaron en las labores de búsqueda encabezadas por el ejército del aire.
Alfonso Morelos fue la primera de las numerosas victimas generadas por la desaparición de la aeronave española.
Fue mordido por una víbora nauyaca cuando participaba en la expedición efectuada en la sierra veracruzana.
Sus restos fueron inhumados luego de una ceremonia realizada en las calles principales de la Ciudad de México.
Miles de personas, funcionarios, soldados, pilotos y diplomáticos se unieron al cortejo que se efectuó en junio de 1933.
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